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No todo el mundo puede decirlo. Incluso a nosotros nos cuesta creerlo, ¿verdad? Pensábamos que esto era cosa de los Rothschild, de los Guggenheim o de los Thyssen. Que solo estas personas podían permitirse el lujo de poseer un museo. Pues resulta que... yo tengo un museo. Y tú también.
La participación de la sociedad en el Museo do Pobo Galego lo hace más fuerte, y la contribución de socias y socios permite su mantenimiento y le da independencia como institución. Sus fondos poseen un enorme valor simbólico e histórico y, aunque en general nos dé pudor hablar de dinero, no pocos tienen también un gran valor económico. Pertenecen a la ciudadanía y están depositados non solo en las manos de los y de las profesionales y de la Dirección del Museo do Pobo, sino en las de aquellas personas que lo sostienen.
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Siendo socia o socio serás parte del propio Museo, ayudando a sostener una asociación independiente y plural. Además, obtendrás diferentes ventajas, como el acceso gratuito o la participación en actividades especiales.
